Economía circular: valorización de residuos orgánicos
La economía circular es un modelo de producción y consumo que se basa en el uso de materias primas una y otra vez para extender su ciclo de vida y si es posible crear un valor añadido, lo que implica reducir los residuos al mínimo.
En la actualidad, el modelo de gestión de residuos es lineal y está basado en un modelo económico en el que se ha normalizado el concepto de usar y tirar. Por ello, en marzo de 2020, la Comisión Europea tomó cartas en el asunto desarrollando un Plan de acción para la Economía Circular, que se votó en febrero de 2021, demandando medidas adicionales para avanzar hacia una economía neutra en carbono, sostenible, libre de tóxicos y completamente circular en 2050.
En este caso, la forma de cumplir con esta premisa se basa en la valorización de la gran cantidad de alimentos y derivados que no encuentran su sitio en el mercado y que acaban desperdiciándose, destruyéndose o en vertederos.

1. Economía circular: valorización de restos vegetales mediante la cría de insectos.
Desde el punto de vista del proceso productivo de la cría de insectos, este desperdicio supone una gran oportunidad para implementar estos recursos orgánicos como alimento para los insectos, valorizándolos de nuevo y finalmente transformándolos en fertilizante orgánico.
De esta forma, empleamos la economía circular como muestra la Figura 1, que se corresponde con el esquema más simple que se va a implementar en planta. Los insectos se alimentan de los restos vegetales llevando a cabo un proceso de degradación en el que los convierten en fertilizante orgánico, asimilable nuevamente en producciones agrícolas. Además, también se valorizarán productos procedentes de la industria cárnica y pesquera (los permitidos por el Reglamento (UE) 2017/893), haciendo este ciclo un poco más complejo, pero igualmente sostenible.
En concreto, se pretende valorizar los siguientes residuos orgánicos de diferentes sectores:
- Supermercados e industria alimentaria: restos de fruta y verdura, bollería, restos cárnicos y de pescado.
- Sector agrícola e industrial relacionado: bagazo y hueso de la oliva, bagazo de la cerveza, cáscaras de frutos secos y restos de cultivos, como la cascarilla y la paja del arroz.
- Granjas, mataderos, mercados y piscifactorías: restos de carne y pescado.
Por otro lado, se estudiará el uso de estos insectos para la eliminación de los residuos más molestos y problemáticos, convirtiéndolos en fertilizante orgánico. Como ejemplo de este tipo de residuos se pueden nombrar los purines e incluso cierto tipo de plásticos, sin su posterior inclusión en la cadena alimentaria como prohíbe el Reglamento (UE) 2017/893.
De esta forma, se pretende avanzar hacia una economía circular real cuyos principales beneficios recaen en reducir la presión sobre el medioambiente, mejorar la seguridad de suministro de materias primas, estimular la competitividad, la innovación, el crecimiento económico y el empleo, además de proporcionar productos más duraderos, innovadores, económicos y que brinden una mayor calidad de vida.

2. Diagrama simple del proceso de producción y generación de producto